Personajes
Robert Webster, el hombre que descubrió la amenaza de la gripe aviar
El doctor Robert Webster,
del St Jude Children's Research Hospital, en Memphis, Tennessee,
Estados Unidos, lleva años insistiendo en que el peligro de pandemia
puede ser inminente. Webster fue el primero que hizo sonar la alarma en
1957. Él fue quien relacionó la gripe aviar con la pandemia de 1957,
pero pocos le hicieron caso. «Los veterinarios me dijeron "No es un
problema", los médicos decían "No es problema"», dijo Webster en una entrevista para la NBC.
Webster
es quizás el mayor experto en la amenaza de la gripe aviar y, a sus 73
años, viaja de una punta a otra del mundo buscando muestras de animales
y de humanos infectados por el H5N1. Ahora le ven como un profeta.
«Hasta ahora hemos tenido suerte», dijo. «El virus todavía no ha
conseguido las características para trasmitirse entre personas». Pero
esto es algo que puede ocurrir en cualquier momento, y ya hay muy pocos
especialistas que lo pongan en duda.
Este virólogo ha infectado con
el virus a animales de laboratorio y dice que es muy peligroso. «El
virus se propaga fuera de los pulmones hacia el sistema nervioso
central. Las patas traseras se paralizan y el animal muere. Este es el
primer virus de la gripe que vemos que haga esto en mamíferos».
Normalmente, el animal que se usa para los estudios de gripe es el
hurón. La gripe provocada en estos animales se muestra con síntomas
leves, como fiebre y alteraciones respiratorias. Con el H5N1, los
hurones sufren diarrea, enfermedad respiratoria, parálisis de las patas
traseras y muerte. «Son virus extraordinariamente malos. Llevo toda la
vida trabajando con la gripe y estos son los peores virus de la gripe
que he visto jamás», dijo Robert Webster. «Es el primer virus de la
gripe que mata a los hurones, se extiende por todo su cuerpo, entra en
el cerebro y los hace morir con parálisis». Según este especialista, si
se inocula este virus en unos pollos esta tarde, mañana por la mañana
estarían todos muertos. «Es un auténtico asesino. Mata a los patos en
uno o dos días y pone en riesgo de muerte a los humanos».
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