A Leopold Mozart le hubiese gustado ver la que se ha montado para festejar el 250º aniversario del nacimiento de su hijo. Pensaría que se han superado con creces sus deseos, que consistían en
que el mundo entero conociera el prodigio musical de Wolfgang, «el milagro». Pero, sin duda, lo que más asombraría a este hombre que creía fervorosamente en los milagros sería ver que la gente del siglo XXI cree que la música de su hijo puede curar (el llamado «efecto Mozart»).
Kindsein dedica
este número especial al genio y a la Mozart Manía. Recordaremos su intensa infancia y su corta y ajetreada vida. Wolfgang Amadeus Mozart nació el 27
de enero de 1756 y murió a los 35 años.
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Durante el 2006, miles de críticos tratarán de ordenar la información
contradictoria obtenida sobre el genial compositor. ¿Quién era realmente? En la película Amadeus, de Milos Forman, lo retrataron como un ser infantil, mal hablado, caótico, impulsivo, con poco tacto y con una risilla irritante.
La historia de Wolfgang Amadeus Mozart va muy ligada a la de su familia, al empeño de su padre, a una época sin adelantos médicos, sin cuidados prenatales, con epidemias que aniquilaban poblaciones enteras, con viajes que eran toda una odisea, en un continente lleno de reyes, príncipes, nobles y paganos, ...
Wolfgang nació en una época en la que lo más normal era morirse poco después de nacer. Su madre tuvo siete hijos y sólo sobrevivieron dos. Pero tuvo la tremenda fortuna de tener una familia donde pudo desarrollar su fascinante talento.
Leopold Mozart: padre, maestro, secretario, manager, ...
Su padre, Leopold Mozart, no caía muy bien a sus contemporáneos de Salzburgo. Ni su aspecto adusto, ni sus palabras, que han llegado hasta nuestros días gracias a su prolífica correspondencia y a sus notas.
Leopold es hoy un personaje olvidado que sólo
reaparece cuando
los biógrafos o guionistas le retratan como un hombre sobreprotector y
manipulador que explotaba a sus hijos. Sin embargo, era un prestigioso
músico en su época y un ejemplar profesor de violín y piano. Y dedicó
su vida a promocionar el talento de su hijo, quedándose él en la sombra.
Era una persona culta, con amplios intereses, que recibió una exquisita educación. Tenía un espíritu rebelde que le empujó a dedicarse a la música más que al futuro que le habían marcado desde niño. Estudió Filosofía y Leyes en la Universidad Benedictina de Salzburgo y obtuvo el título de Filosofía pero no el de Leyes, porque no acudía a clase y no prestaba atención.
En 1743 encontró un trabajo en la orquesta del Arzobispo de Salzburgo para tocar el violín. También daba clases, tocaba el órgano, componía, y pronto fue nombrado compositor de la corte y Maestro de Capilla. Compuso óperas, oratorios, música para voz, violín, órgano, grupos de cámara. Publicó 18 sinfonías. Hay una composición suya que se oye habitualmente en las clases de música para niños, la Sinfonía de los Juguetes.
En 1747, con 28 años, Leopold se casó con Anna Maria Pertl (en imagen de arriba), de 27. Fue un matrimonio muy feliz. Tuvieron siete hijos, pero sólo sobrevivieron dos: Maria Anna Walburga Ignatia, a la que llamaban 'Nannerl' (abajo, en la imagen), y Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, que prefirió la forma Wolfgang Amadeus (Theophilus en latín) Mozart.
En casa, Leopold siempre iba tocando el violín, copiando música, dando clases o interpretando música de cámara con sus compañeros de trabajo. Y ese era el ambiente en el que nacieron sus hijos. Leopold se encargó de su educación. No sólo les enseñaba música sino también aritmética, italiano, frances, latín e inglés.
En el año en que nació Wolfgang, 1756, Leopold publicó un libro ilustrado —Violinschule
(Escuela de Violín)— que le hizo muy popular entre los músicos de la época. Era un método avanzado de violín que se tradujo a varios idiomas y todavía hoy se
considera un tratado básico sobre la técnica de la interpretación
musical en el siglo XVIII.
Leopold dejó de lado su carrera musical y se dedicó a la de su hijo, mientras
pudo. Fue su profesor, su mentor, su colaborador, su manager, ....
Leopold supervisaba las composiciones de
Wolfgang, hacía correcciones, organizaba sus obras, sus viajes, sus
conciertos, y se ocupaba de que el nombre de su hijo y la fecha
aparecieran claramente en cada uno de sus trabajos.
La casa de los Mozart
Mozart nació en la llamada Hagenauer Haus. Desde 1880, es un museo donde se exponen objetos famosos como el violín que utilizaba de niño o el que tocaba en conciertos, su clavicordio, el piano de macillos, retratos y cartas de la familia Mozart.
En 1773, los Mozart se mudaron a una casa espaciosa en la actual Makartplatz, 8. Tenía una Sala de Música donde los miembros de la familia se encontraban con los músicos de la Corte. Los interesados podían ir a mirar los pianos de fabricantes foráneos que Leopold tenía en venta.
El Salzburgo de la época y los príncipes arzobispo que influyeron en el destino de Mozart.
Entre 1278 Y 1803, Salzburgo era un principado eclesiástico autónomo, integrado en la circunscripción de Baviera del Sacro Imperio Romano-Germánico. Salzburgo no dependió del nuevo Imperio Austríaco hasta 1816. Tenía unos 10.000 habitantes, y una quinta parte de ellos vivía de las pensiones asignadas por la corte.
En los 44 años en los que Leopold Mozart pasó en la corte de Salzburgo, sirvió a cinco príncipes arzobispos. Dos de ellos marcaron su carrera y la de su hijo, uno para bien y otro para mal:
— El conde Sigismund Christoph Schrattenbach fue el benévolo (imagen de la izquierda). Le encantaba la música. Nombró Vice Maestro de Capilla a Leopold en 1763 y le dio su bendición para viajar cuanto quisiera para promocionar la carrera de Wolfgang. Bajo su mandato hicieron el «gran viaje» que duró más de tres años.
— El conde Hieronymus Colloredo (a la derecha) fue elegido arzobispo en 1772. Trataba a los músicos como a sirvientes, y fue atando cada vez más corto a los Mozart. En 1777, negó al padre un permiso para acompañar a su hijo a París. El joven Mozart marchó con su madre, que murió en la capital francesa. Aquel viaje desafortunado cambió el rumbo de su vida.
El niño prodigio: «Es un milagro que Dios ha permitido que naciera en Salzburgo»
Wolfgang no empezó a caminar hasta los tres años pero, en cuanto aprendió a mantenerse sentado, se colocaba junto a su hermana al piano cuando ella practicaba. Cuentan que no llegaba a las teclas del clavecín, pero se ponía de puntillas para tocarlas con sus manitas. «Al hundirlas, gozaba cuando sonaban agradablemente y lloraba cuando producían sonidos inarmónicos, hasta que llegó a entender que lo primero sucedía cuando quedaba una tecla intermedia, y lo segundo al tocar las dos inmediatas. Así conoció el secreto de la consonancia y de la disonancia.» (Guillermo Orta Velázquez, "100 Biografías en la Historia de la Música").
Leopold tenía un "Libro de Notas de Nannerl" que empezó en 1759 y en el que incluyó algunas de las primeras obras de Wolfgang. Según esas notas, Wolfgang hizo su primera composición antes
de cumplir los cuatro años, el Andante y Allegro K1a y K1b, escritos a
principios de 1760. Como sólo hay versiones escritas por la
mano de Leopold, no se sabe hasta qué punto eran obra exclusiva del
pequeño.
Con cuatro años, Mozart era capaz de repetir con el teclado melodías que oía y a los cinco ya estaba componiendo su propia música. El Menuetto y Trío K.1 data de 1761. A los cinco aprendió a tocar el violín y a los seis tocaba el órgano, aunque era tan pequeño que los pies no le llegaban a los pedales y tenía que hacerlo de pie.
Un día, su padre vino a casa con algunos amigos que íban a tocar en un trío. El pequeño Wolfgang entró en la habitación y le pidió a su padre que le dejara tocar el segundo violín. Su padre le dijo que no, porque no había recibido todavía ni una sola clase de ese instrumento. El trompetista de la Corte Johann Andreas Schachtner (1753-1795), un amigo de la familia Mozart, estaba allí y lo recordaba más tarde en una carta para Maria Anna Berchtold:
«Yo pedí que le dejara tocar conmigo y finalmente el padre cedió diciendo: "Toca con el señor Schachtner, pero tan bajo que no se te oiga, en caso contrario debes irte". Y así sucedió. Wolfgang tocó conmigo y muy pronto me dí cuenta con asombro de que yo estaba completamente de sobra. Dejé de tocar y posé mi mirada en el padre, a quien al darse cuenta de la situación se le escurrieron las lágrimas de admiración...»
Su padre, ante estas asombrosas aptitudes, dijo que su hijo era «un milagro que Dios había permitido que naciera en Salzburgo» y que el mundo entero debía conocerlo. Y en ello puso sus esfuerzos. En una carta escribió:
«Debo este acto a Dios Todoposeroso, de otro modo sería la criatura más desagradecida. Y si alguna vez he de tener la obligación de convencer al mundo de este milagro es ahora, cuando la gente está ridiculizando cualquier cosa a la que se llame milagro y negando su existencia. Por eso deben convencerse»
Ambos hermanos eran prodigios con el clavecín y su padre decidió
llevarles por toda Europa para mostrar su genio. Wolfgang acapararía toda la
atención porque era muy pequeño e interpretaba sus propias
composiciones.
Primeras apariciones en público: Mozart tenía cinco años
1761. La primera aparición pública del pequeño Mozart fue en la Universidad de Salzburgo, en septiembre de 1761, donde participó en una actuación teatral con música de Eberlin. Como otros padres de la época, Leopold no veía nada malo en exhibir a su hijo, dado su genio para la música.
1762. Tenía seis años cuando tocó para la emperatriz de Viena, Maria Teresa. Asombró a la emperatriz, y a toda su corte invitada al palacio de Schonbrunn, con sus fascinantes trucos: tocaba
con el teclado tapado con una tela, de espaldas al teclado con las manos hacia atrás,
etcétera. Era capaz de tocar como un adulto, improvisaba en
varios estilos, acompañaba, añadía un bajo a un tema dado, y nombraba
cada una de las notas que sonaban. Leopold cuenta en una carta: «Toca maravillosamente, es un niño de espíritu, alegre y encantador».
Cuentan que un día, el pequeño Mozart resbaló en el suelo cristalino del palacio.
Estaba presente la hija más pequeña de Maria Teresa, Antonia (imagen de abajo, junto a la de Wolfgang), de la misma edad que Wolfgang, que corrió a ayudarle a levantarse.
Este le dio un beso y le dijo: «Eres muy amable, cuando sea mayor me gustaría casarme
contigo». Antonia sería la futura y desafortunada reina María Antonieta
de Francia.
Durante los años siguientes, Wolfgang vivió como una estrella infantil, recorriendo Europa con sus padres y su hermana: Austria, Alemania, Holanda, Inglaterra, Francia. Le llegaron a llamar «el niño más besado de Europa». Aunque admiraban el prodigio del pequeño, muchos criticaban al padre por hacerle llevar una vida que no era propia de un niño, sobre todo teniendo en cuenta la dificultad que entrañaba entonces realizar un largo viaje. El pequeño Mozart dio su primer recital público en Linz, el 1 de octubre de 1762.
¿Cómo eran los viajes en esa época?
Los viajes entre ciudades en el siglo XVII y XVIII se hacían muy despacio. Se utilizaban las diligencias, coches grandes arrastrados por caballerías en los que cabían hasta ocho pasajeros. Esos ocho eran los de "primera clase". Los que tenían menos dinero tenían que ir en "segunda": en una cesta grande que iba pegada en la parte trasera de la diligencia. O en "tercera": en el techo, con el equipaje, agarrándose a una barra para no caerse.
Los coches eran arrastrados por cuatro o seis caballos, a una velocidad media de unos seis o siete kilómetros por hora.
Los nobles y los ricos viajaban en diligencias privadas más cómodas con espacio para dos pasajeros y disfrutando de una bonita vista del paisaje.
Empieza el "Gran Tour": más de tres años dando vueltas por Europa
1763. De vuelta a casa, Leopold pidió otro permiso al príncipe arzobispo de Salzburgo y emprendieron otro viaje, en junio de 1763. Mozart tenía siete años.
Cogió la escarlatina en Schonbrunn, pero eso no impidió que unos meses después siguieran su camino. Viajaron a Munich y a Ausburg, lugar de nacimiento de Leopold. También pasaron por Frankfurt, Heidelberg, Manheim, ... De camino a Paris, fueron a Aachen, donde conocieron a la Princesa Anna Amalia de Prusia, hermana de Federico el Grande. Leopold estaba muy enfadado porque sólo les recompensó con besos.
1764. No había cumplido aún los ocho años cuando participó en las fiestas de fin de año de Versalles. El 1 de enero de 1764, Wolfgang tocó para Luis XV. Conoció a importantes músicos que vivían en París, muchos de ellos alemanes, y, como siempre, asimiló la técnica de cada uno de ellos. Schobert le marcó profundamente. También conocieron al Barón Grimm, un famoso personaje en los círculos literarios. Grimm escribió: «Es un fenómeno tan extraordinario que se hace difícil creerlo a menos que lo veas con tus propios ojos y lo oigas con tus propios oídos»
Pocos meses después, les recibieron calurosamente en Inglaterra Jorge III y la Reina Carlota. Wolfgang conoce a Karl Friegrich Abel y a Jean-Chrétien Bach, con el que entabla una gran amistad.
En Londres pasaron 11 meses, y allí fue sometido al estudio de un filósofo, Daines Barrington, que escribió un informe sobre el niño para la Royal Society. Entre otras cosas, el informe decía simple y llanamente que Wolfgang Amadeus Mozart era el ser humano más inteligente que había existido jamás. (El cuadro de abajo se pintó en esa época)
Wolfgang también conoció en Londres la influencia de la música italiana que imperaba allí entonces, y compuso su primera sinfonía (Mi bemol mayor K-16).
1765. En julio emprenden de nuevo su camino hacia otras ciudades europeas. Se quedan más o menos tiempo, según la acogida recibida. En La Haya, Nannerl coge el tifus. Wolfgang enferma también en noviembre. A pesar de la gravedad de la enfermedad, sigue componiendo sonatas y sinfonías.
1766. A finales de enero de 1766, salen de La Haya hacia Amsterdam, para la coronación de Guillermo V. El 10 de mayo están de nuevo en Paris, donde el Barón Grimm se encarga de hacerle publicidad al pequeño, hablando a todos de sus progresos en los últimos meses. En julio, vuelven hacia Salzburgo, parando antes en Dijon, Lyon, Genova, Lausanne, Berna, Zurich, Winderthur y Schauffhausen. Llegan a casa el 29 de noviembre de 1766.
Desde 1767 hasta 1771: El viaje a Italia
Y una vez en Salzburgo, siguió estudiando y componiendo por encargo
para quien se lo pidera: la corte, la nobleza,... como un músico
sirviente.
1767. En septiembre, la familia al completo se puso otra vez en camino, esta vez fueron a Viena. Se iba a casar una hija de la emperatriz Maria Teresa con el rey de Nápoles y era un buen motivo para aparecer. Pero una epidemia de viruela acabó con la vida de la novia y los Mozart huyeron lo más rápidamente posible. Fue demasiado tarde, la enfermedad atacó a Wolfgang, y después a su hermana.
1768-71. A mediados de enero de 1768 vuelven a Viena, donde los niños son recibidos en la corte. Wolfgang tiene ya 12 años y ya no es un fenómeno tan asombroso como antes. Allí sólo se habla de Haydn y de Gluck. Vuelven a Salzburgo y nombran a Wolfgang Tercer Maestro de Cámara.
Él y su padre consiguen un nuevo permiso y parten los dos solos hacia Italia el 13 de diciembre de 1769. Será un viaje muy positivo. En Italia, no sólo interpreta, también conoce y escucha a los grandes músicos de la época: N. Piccinni, L. Boccerini, Sammartini,... En Bolonia, le nombran miembro de la Academia Filarmónica de la ciudad. En Roma, el papa Clemente XIV le condecora con la Cruz de Caballería de la Escuela de Oro. En diciembre de 1770, se estrena "Mitridate, re di ponto", en Milán. Fue un éxito completo. Wolfgang tenía 14 años.
Después se marchan a Turín, Venecia, Verona,... y vuelven a Salzburgo en marzo de 1771.
El futuro le parecía esperanzador: en Milán le habían encargado una ópera, en Pádua un oratorio, y Maria Teresa una serenata para la boda de su hijo. Mientras tanto, seguía componiendo sinfonías y música religiosa. El 13 de agosto salen para Milán, donde estrena una ópera ("Ascarnio in alba") que será otro éxito.
Sin embargo, en estos viajes por Italia, padre e hijo trataron de conseguir un trabajo fijo fuera de Salzburgo y todos los intentos fracasaron: en Milán con el Archiduque Ferdinand, con el gran duque de Toscana, ...
Llega Colloredo, el arzobispo que trataba a los músicos como a sirvientes
De vuelta a Salzburgo, se encuentran con un imprevisto. Murió el príncipe arzobispo von Schattenbach, que fue su benefactor, y fue elegido en su puesto el conde Hieronymus Colloredo, al que sólo le gusta la música italiana y que trata a los músicos como si fuesen esclavos. A Colloredo no le hacían mucha gracia las idas y venidas de los Mozart.
Wolfgang tiene que quedarse en Salzburgo para cumplir con sus obligaciones, componer por encargo y tocar, como un músico sirviente. En verano, aprovechando una ausencia de Colloredo, padre e hijo se van a Viena, donde hay una vida cultural más intensa. Pero tampoco consigue nada de la emperatriz, y vuelve a casa en septiembre de 1773. Tenía 17 años.
1774-76. Son unos meses de intenso trabajo porque le encargan muchas obras. A finales de 1774, Maximiliano III le encarga una ópera bufa y le pide que vaya a Munich. A principios de enero se extrena "La finta giardiniera" (La falsa Jardinera-K.196). Toda la nobleza alabó la obra, pero tampoco pudo quedarse en Munich.
A su regreso a Salzburgo, Colloredo le encargó "Il repastore" y siguió componiendo por encargo sonatas, conciertos, música de Iglesia,... Pero tuvo que renunciar a hacer ópera porque Colloredo había cerrado el teatro. Wolfgang quería marcharse de Salzburgo. Su padre estaba de acuerdo en que su hijo necesitaba salir de allí, pero Colloredo no le dejaba irse con él.
1777: muere su madre.
1777. Wolfgang se va a París con su madre el 23 de septiembre de 1777. Su padre se queda en Salzburgo para no perder su empleo. Camino de París, pasan por Munich, Ausburgo, Manheim, ... En Manheim, Wolfgang se enamora perdidamente de Aloysia Weber (en la imagen de abajo). Leopold, que trata de controlar el viaje desde Salzburgo por carta, piensa que esto puede perjudicar el futuro de su hijo y le dice que continúe su camino.
En marzo de 1778 llegan a París. El Baron Grimm, que le había ayudado tanto en su primer viaje, ahora no quiere ni verle porque ya no es un niño y cree que ya no tiene interés. La estancia en Francia es una mala etapa. Su madre cae enferma y muere el 3 de julio de 1778.
Mozart escribió una carta a su padre para contarle que estaba enferma:
ǬParis, 3 de julio de 1778
Monsieur, mon trés cher Pére!
Tengo una dolorosa noticia que darte, que de hecho es la causa por la que no he contestado antes a tu carta. Mi querida madre está muy enferma. Se ha sangrado como siempre suele hacer --de hecho, era muy necesario-- y le hizo sentir mejor. Pero unos días después se quejaba por los temblores y febrilidad, acompañados de diarrea y dolor de cabeza. Al principio, empleamos nuestros métodos caseros, polvo antiespasmódico y habríamos usado el polvo negro, pero no teníamos y aquí es imposible de encontrar, ni siquiera bajo el nombre de pulvis epilepticus.
Empeoró, empezó a hablar con dificultad y perdió su oído, tanto que tenía que gritarle. El Barón Grimm nos envió su médico para que la viera. Está todavía muy débil, todavía tiene fiebre y delirios. Ellos me dan algunas esperanzas, pero yo tengo pocas. He ido de la esperanza al miedo día y noche, pero me he rendido al deseo de Dios y espero que tú y mi querida hermana también lo hagáis. ¿De qué otra forma podríamos conseguir la calma? (...) Te beso la mano miles de veces, abrazo a mi hermana con todo mi corazón y soy tu más obediente hijo,
Wolfgang Amadé Mozart»
Leopold no entendería esta pérdida, y culpó a Wolfgang de su muerte el resto de su vida. Leopold escribió: «Es misteriosamente triste cuando la muerte daña un matrimonio muy feliz -- hay que experimentarlo para darse cuenta». Padre e hijo se distanciaron desde entonces.
El viaje de vuelta se demora al máximo. Salió de Francia el 26 de septiembre y llegó a casa el 15 de enero de 1779. Aloysia Weber se había convertido en "prima donna" y se había olvidado por completo de Wolfgang. Se negó a casarse con él.
El carácter de Wolfgang: especialista en crearse enemigos
A
costa de su salud, Wolfgang viajó incansablemente, conoció a los
músicos de las cortes europeas y aprendió de ellos todo lo que le
podían aportar. Era muy consciente de lo especial que era y no se
privaba de decir abiertamente lo que opinaba de los demás. Criticaba
cualquier mediocridad que encontraba a su paso, y sus cartas están
plagadas de comentarios detallados y cómicos de los músicos que fue
conociendo por Europa. Siempre tuvo una gran capacidad para crearse
enemigos, sobre todo entre los que tenían menos talento que él...
la mayoría.
Las cartas dan muestra de su pasión por la música y de su carácter determinante. Desde París, escribió a su padre:
«He escrito una sinfonía para la apertura del "Concert Spirituel",
que se interpretó con una gran ovación el día de Corpus Christi. Yo
estaba muy nervioso durante el ensayo porque en toda mi vida había oído
que las cosas salieran tan mal. No puedes hacerte una idea de la forma en la que han salido del paso dos veces.
Yo
estaba muy nervioso, y me hubiera gustado que se hubiese ensayado
otra vez, pero no había tiempo. Así que me fui a la cama con dolor en
el corazón, insatisfecho y enfadado. Al día siguiente decidí no ir al
concierto, pero la agradable tarde me hizo cambiar de opinión. No
obstante estaba decidido a que si la interpretación iba tan mal como en
el ensayo, iría hacia la orquesta, le quitaría el violín al primer
violinista, y tocaría yo mismo.»
Pasó toda su vida buscando un trabajo bien pagado fuera de
Salzburgo, pero su naturaleza impulsiva e inocente arruinaba cualquier
intento. Las cartas de su padre son como mensajes de una persona
racional y convencional tratando de controlar la fuerza de un genio.
1781: Festival de insultos entre Wolfgang y Colloredo
A su vuelta a Salzburgo, Mozart sigue componiendo en la corte. Las relaciones con Colloredo van empeorando. Mozart no soportaba al arzobispo. En Viena, tuvo lugar una fuerte discursión entre ellos, con un festival de insultos por ambas partes, que acabó con la famosa patada en el trasero que Colloredo le propinó al compositor. Le dijo que era «un sinvergüenza, un patán y bueno para nada» y le despidió. Y Wolfgang comentó que había sido un día feliz para él.
Por fin es libre, y se marcha a Viena, una ciudad de 250.000 habitantes que se convirtió en aquella época en la indiscutible capital de la música. En diciembre escribe a su padre diciéndole que está enamorado de otra Weber, Constanze (en la foto). Los Weber, una familia de dudosa reputación, no le gustan nada a su padre.
Para ganarse la vida, Wolfgang organiza conciertos, da clases y compone. Las relación con su padre se va enfriando. Ya no escribe «Tu hijo más obediente» al final de sus cartas, que son cada vez más escasas. En una de ellas, le pide que le de permiso para casarse con Constanze, pero su padre no la considera digna de su hijo. Desafiándole, Wolfgang se casa con ella el 4 de agosto de 1782.
El 17 de junio de 1783, nace su primer hijo, Raimund Leopold. A finales de julio, Mozart y Constance viajan a Salzburgo, dejando al niño con la nodriza y no le vuelven a ver. El pequeño muere de cólera el 19 de agosto. La de abajo es una postal de la época. Bajo la imagen reza (en alemán): Mozart y su Constanze en su luna de miel.
1784. Mozart entra en la masonería
El 14 de diciembre de 1784, con 28 años, Wolfgang entra a formar parte de la logia masónica de la Beneficencia, con el grado de aprendiz. En las Tenidas (reuniones masónicas) encontró un remanso de paz y de libertad de opinión que nunca antes había experimentado. Franz Josef Haydn, quizás el compositor más respetado de todo el
continente en aquella época y gran amigo de Wolfgang, también entró a
formar parte de la logia.
En la masonería, la música es una de las siete artes que proporcionan equilibrio. En poco tiempo, Wolfgang pasó de aprendiz a Maestro, que era el penúltimo nivel hasta el Gran Maestro. «En la jerarquía masónica, el aprendiz estudia la música, el compañero la interpreta y el maestro la idealiza cómo axioma imperecedero, esto es: deriva de ella un valor universal valedero para todo hombre en todo tiempo», según comentan en la revista Filomúsica. Wolfgang compuso muchas obras para su Logia. «“ La flauta mágica”, observada inicialmente como ópera “pseudobufa”, de entretenimiento para el vulgo de los arrabales de Viena, es toda una cosmografía de símbolos masónicos, que no pasan desapercibidos a los entendidos. Parece que algunos de los miembros de su logia criticaron a Mozart haber puesto en peligro secretos hasta entonces bien guardados».
En 1784, se casó Nannerl. Y el 21 de septiembre de ese mismo año nace el segundo hijo de Mozart, Karl Thomas.
Haydn: «Tu hijo es el el mejor compositor que he conocido»
En 1785, Leopold viaja a Viena y mejoró la relación con su hijo y nuera. Allí pudo comprobar el éxito de Wolfgang, que estaba enconces en su punto álgido. Tuvo el tremendo placer de oír a Haydn decir maravillas de su hijo. En una carta a su hija se lo contaba:
«Haydn me dijo: "Ante Dios y con honestidad te digo que tu hijo es el el mejor compositor que he conocido, tanto en persona como de nombre. Tiene gusto y, lo que es más, el conocimiento más profundo de la composición».
Le escribió también quejándose:
«No nos vamos nunca a dormir antes de la una y yo nunca me levanto antes de las nueve. Comemos a las dos o dos y media. El tiempo es horrible. Todos los días hay conciertos; y dedica todo el día a enseñar, a la música, a componer, etcétera. Me siento bastante fuera de todo. ¡Si por lo menos se acabaran los conciertos! Es imposible para mi describir la confusión y el bullicio que hay. Desde mi llegada, el pianoforte de tu hermano ha sido trasladado por lo menos una docena de veces al teatro o a alguna otra casa».
Antes de marcharse, Leopold fue admitido en la logia masónica
donde estaba Wolfgang. Ahora ya no sólo eran padre e hijo, eran también
"hermanos".
1786-1791: últimos años de Mozart
Los enemigos de Mozart se las apañan para que cada vez se hagan menos representaciones de su obra. Con dificultad, consigue estrenar "Las Bodas de Fígaro" en 1786, con libreto de Lorenzo da Ponte. El éxito es modesto. Unos meses después, en octubre, nace su tercer hijo, Johann Thomas Leopold, que muere un mes después.
El fin de año de 1786 marca el comienzo de las dificultades. Le encargan cada vez menos obras porque "Las Bodas de Fïgaro" han disgustado a la nobleza y alta burguesía. Pero en Praga la ópera triunfa y Wolfgang y Constanze acuden a principios de 1787. Allí le encargan una nueva ópera para el otoño. Mozart le pide a Da Ponte que escriba el libreto, por lo que no se sabe de quién fue la idea de Don Giovanni.
Wolfgang trabaja mucho en esos últimos años de su vida. Le Nozze di Figaro (1786), Don Giovanni(1787), Cosi fan tute (1790). La Flauta Mágica fue un gran éxito, pero el dinero no llegó a tiempo. Murió el 5 de diciembre de 1791 mientras trabajaba en su Misa de Requiem, que nadie sabe quién le encargó. Recibió el funeral más barato y le enterraron en una lápida sin nombre. Nunca se ha encontrado su cuerpo.
¿Cuántos hijos tuvo Mozart? ¿Qué fue de ellos?
Constanze y Wolfgang tuvieron seis hijos. Sólo dos sobrevivieron. Raimund Leopold (b/d. 1783) Carl Thomas (1784-1858) Johann Thomas Leopold (b./d. 1786) Theresia Constanzia Adelheid Friedericke Maria Anna (1787-1788) Anna (b./d. 1789) Franz Xaver Wolfgang (1791-1844)
Carl Thomas (daguerrotipo, a la izquierda) fue funcionario y Franz Xaver, músico. Ambos
permanecieron solteros y no tuvieron descendencia. Carl murió en Milán,
muy rico : tres representaciones de "Las Bodas de Fígaro" le permitieron
comprarse una propiedad cerca de Milán.
Sobre Kindsein
