Septiembre de 2007, nº 23

Música

El gran Leadbelly

Leadbelly no fue precísamente un lechado de virtudes. Pasó varios años en la cárcel acusado de homicidio, pero su música entusiasmaba a niños y mayores.

Aprender cantando

A Harlan G. Palmer III sus padres le llamaban Hap. Y así es como le llama todo el mundo. En Estados Unidos, es un pionero en el uso de la música en la educación.

"The Butcher Bunny", de Mark Ryden.
Web

El Rey de la Casa

http://www.bcn.es/virreinaexposicions/castella/02070531.htm  

La infancia es «el producto de una continua construcción simbólica». Así se definía en la exposición El Rey de la Casa. Adultos a los diez, niños a los cuarenta, que tuvo lugar este verano en Barcelona. La muestra hizo una revisión cultural e histórica de la niñez a lo largo de 13 minisalas muy diferentes.

La exposición estaba pensada como "un ensayo paseable", en palabras de sus organizadores. «Un recorrido que quizás sirva para situar mejor la ansiedad que acompaña hoy nuestra relación con la infancia».

La primera sala mostraba una abrumadora introducción histórica de la infancia (su significado en Grecia y Roma, la Edad Media y el Renacimiento, y los siglos XVIII al XXI). Las paredes estaban plagadas de interesante información, imposible de leer en poco tiempo. Todos esos textos se venden en la librería del Palau de la Virreina, donde tuvo lugar la exposición.

El resto de salas hacía un repaso a la muerte de un niño («que ha pasado de ser un hecho sin importancia a auténticas catarsis mediáticas»), el amor, mito ligado al de la infancia, los cuentos (desde Caperucita hasta Britney Spears), iniciación al sexo, los nuevos espacios físicos y virtuales donde viven los niños, las inquietantes obras de Mark Ryden,...

«La idea que tenemos de lo infantil resulta cada vez más incómoda, más difícil de encajar con ese objeto difuso que supuestamente es su referente. Paralelamente, la imagen infantil se ha convertido en material de alto riesgo. Su circulación ha de ser vigilada, monitorizada, mantenida dentro de ciertos parámetros de seguridad. Hasta la más inocua imagen de un niño o niña aparece hoy rodeada del halo de lo peligroso. En menos de 20 años hemos sido testigos de un cambio espectacular en nuestra recepción de estas imágenes», escriben los organizadores del evento Andrés Hispano y Marc Roig Badia. «Por desgracia, el pánico moral que genera la explotación de los niños coarta con demasiada frecuencia la posibilidad de mirar a la infancia con ojos abiertos y de hacernos preguntas sobre esta misma categoría social y cultural cuyos miembros, en un futuro próximo, tomarán nuestro relevo».

KINDSEIN © 2005-2013

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