Caminaba hacia la “zona de recogida de niños” del colegio cuando vi
salir de su flamante coche a uno de los pocos padres con los que hablo
(porque, salvo excepciones, los ingleses no muestran ni el más mínimo
interés en socializar con quien no sea británico). Su hijo va a la
clase de Ana. Es un hombre joven y muy amable que siempre usa ropa
clásica de marca y es el dueño de un famoso restaurante local. Viven en
un chalé y tienen dos o tres coches que alternan para traer y recoger
al pequeño. Su mujer me dijo un día que él era partidario de la
enseñanza privada y que ella no. Según ella, estudia quien quiere
estudiar y, quien no quiere, no estudia, independientemente de la
escuela donde vaya. Y lo dijo totalmente convencida de lo que decía.
Ahora me faltaba oírle a él. Después de las frases de cortesía
habituales, fui al grano: «¿Habéis pensado si os vais a quedar en este
colegio los próximos años? Tu mujer me ha dicho que tú prefieres la
educación privada». Encogió los hombros. «Si, es cierto, es que yo
estudié en un colegio privado», me dijo con cierto orgullo. «Supongo
que sí que nos quedaremos, pero no sé, ya veremos, total ahora están en
Infantil y da un poco igual».
Si esa es la importancia que mucha gente le da.
Yo prefiero la enseñanza pública por una cuestión de principios. de todas maneras en cuanto a calidad según el informe PISA las diferencias de resultados a favor de la privada desaparecen si corregimos el factor renta y formación de los padres. Lo que influye son los medios de los padres y no la enseñanza recibida en los colegios privados.
Pues, como dijo Groucho Marx: “Estos son mis principios, y si no le gusta tengo otros”. Mis principios se ajustarán como un guante a la escuela que me parezca que merece la pena, y no sé si será privada o pública. De momento, no es ninguna.
Voy a hacerles una pregunta, si ahora mismo les dijeran que les ha tocado un piso y que pueden elegir entre dos, cada uno de un arquitecto, ¿lo elegirÃan simplemente por el nombre del arquitecto o irÃan a verlo, mirarÃan los planos, la zona, las calidades de los materiales, los acabados, etc? Y entonces porqué a la hora de elegir escuela solo decimos ¿pública o privada?, creo que nos equivocamos de pregunta, yo me cuestionarÃa cómo son los espacios de cada una, con qué recursos cuenta, que calidad educativa ofrece, qué calidad tienen sus materiales,qué prepación tienen las personas que van a “educar” a mi hijo… creo que elegir un colegio en función de los fondos por los que se mantiene no tiene sentido.
Pero cuando se trata de escuela pública, muchas veces no te dejan ver los planos, ni las calidades, ni los materiales, ni los acabados, … sólo la zona. Es como el colegio donde estamos ahora. La polÃtica es algo asi como: “Es gratis, ¿qué más quieres?”. Debe haber de todo, tanto en públicas como en privadas, pero si una cosa tienen buena las privadas es que puedes exigir. Lamentablemente, no es asà en las públicas.
No te creas, yo conozco escuelas privadas que te enseñan todo lo que quieras, pero no pretendas exigir nada por mucho que pagues. Su polÃtica es “esto es lo que hay, o lo tomas o lo dejas, no nos haces falta.” O cuando quieres opinar sutilmente te trasmiten que primero, te involucres mucho en la escuela, pero de una manera pasiva “ver, oir y cómo mucho preguntar” y si preguntas te contaran lo complicado que es entenderlo. Y después, como mÃnimo de un año, te dejan opinar, no te hacen ni caso, pero te dejan hablar…