Julio/Agosto de 2007, nº 22

Cine

Niños de diciembre

Cuatro huérfanos han pasado su infancia esperando a que alguna de las familias visitantes se los llevara a casa.

Cuatro generaciones

En esta conmovedora y entretenida historia conviven cuatro generaciones de hombres, unidas para cumplir la última voluntad del excéntrico abuelo.

Música

Prodigio al piano

Matt Savage estaba a punto de cumplir 14 años cuando grabó este disco con su trío.

Libros

Vida fácil con niños

Ha acabado el curso, en el que más de una vez has tenido que ir sin aliento a buscar a tus hijos al colegio, a ballet o a la piscina. Eso es porque todavía no has leído este libro.

Cambia el "chip"

Las vacaciones son un buen momento para replantear el rumbo de nuestra vida. Este libro, además de divertido, enseña a poner orden en el caos creado a nuestro alrededor.

Autismo

Enseñar pistas sociales

Para comprender el significado de una conversación, los niños hacen como los adultos: aparte de procesar el significado de las palabras, leen inconscientemente la expresión de la cara de la persona que habla, y escuchan su tono de voz, y después integran la información en el contexto para saber si se ha dicho con humor, con ira, con ironía o directamente. Las personas con autismo no pueden hacer esto. Suelen perderse el significado sutil de una expresión de cara o de un tono de voz, y tienen dificultades a la hora de comprender a los demás. Se ha capturado por ordenador la imagen de lo que sucede, mostrando que los individuos en el espectro autista (EA)—autistas, trastorno pervasivo del desarrollo y síndrome de Asperger— muestran una actividad reducida en las regiones del cerebro que responden a esas pistas sociales.

¿Pero qué sucedería si esas regiones cerebrales pudieran ser "entrenadas" para responder de forma adecuada? Unos investigadores de UCLA ya lo han hecho, según el último número del Archives of General Psychiatry. Proporcionaron a unos niños del EA instrucciones explícitas para que prestaran más atención a las expresiones faciales y al tono de voz, y el resultado fue una mayor respuesta del córtex prefrontal, la parte del cerebro encargada de comprender las intenciones de los demás.

«El hecho de que se pueda "normalizar" la actividad en esta región en el grupo de EA dirigiendo su atención hacia estas importantes pistas sociales indica claramente que no hay nada intrínsicamente mal en esta región del cerebro autista», dijo Mirella Dapretto, profesora asociada de Psiquiatría y Ciencias del Biocomportamiento del Semel Institute for Neuroscience and Human Behaviour de UCLA, y una de las autoras del estudio. «Es algo muy positivo, porque estos resultados sugieren que se puede entrenar el cerebro autista para que haga uso de la información de la expresión y de la voz para navegar con éxito por las interacciones sociales».

El autismo es una alteración del desarrollo que afecta a uno de cada 150 niños y perjudica la habilidad para comunicarse. El espectro autista engloba un amplio abanico de síndromes de diversa gravedad.



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