7.07.2006

Lenguaje

Los niños que hacen pompas de jabón aprenden a hablar antes

Los niños pequeños que pueden lamerse los labios, hacer pompas de jabón y simular que una construcción de bloques es, por ejemplo, un coche, son los que aprenderán más fácilmente a hablar, según una investigación patrocinada por el Economic and Social Research Council (ESRC).

En el estudio —dirigido por la doctora Katie Alcock, psicóloga de la Universidad Lancaster— participaron 120 niños de 21 meses, edad a la que aprendemos nuevas palabras con mayor rapidez que en cualquier otra etapa de la vida. Los padres contestaron unos cuestionarios y a los niños se les hicieron unas pruebas especiales de habilidades motoras y cognitivas.

Según la Dra. Alcock, los niños que no tenían facilidad para mover la boca resultaron particularmente flojos a la hora de desarrollar el lenguaje, mientras que los que realizaban bien ese tipo de movimientos tenían una mayor habilidad con las palabras.

No encontraron ninguna relación entre la habilidad del lenguaje y la facilidad para movimientos como correr o caminar. Pero, en cambio, sí encontraron más capacidad para el lenguaje en el grupo de niños que mostró más habilidad para razonar y pensar en las pruebas: emparejar figuras y colores; interactuar con un adulto para llamar su atención, o hacer como que un objeto es otra cosa, como, por ejemplo, usar una caja como cama de una muñeca.

La doctora Alcock dice que seguirán de cerca a estos niños en el futuro para averiguar cuál de esas aptitudes es el mejor indicador de habilidades orales así como de ciertos problemas. «Hemos examinado cuánto hablan los padres con los niños en casa», dice Alcock. «Así que también vamos a fijarnos en el nivel educativo de los padres, en el ambiente familiar de los niños —como es el número de libros que tienen— para ver qué influencias tienen».