27.02.2006

Gripe española

El asesino desaparecido

Una mutación del H5N1 que permita la transmisión entre humanos podría provocar una enfermedad de la que no se puede escapar. En 1918, la única población importante donde no llegó la desaparecida gripe española (H1N1) fue Marajó, una isla de la desembocadura del Amazonas (en la foto). Otros pueblos desaparecieron completamente.

virusGE

Brevig Mission era un pequeño pueblo de Alaska de 80 habitantes. Cinco días después de llegar la gripe en 1918, quedaban sólo ocho. Y los enterrados en el hielo de Alaska se convirtieron en una pieza clave en la investigación del desaparecido y letal virus H1N1.

En 1950, el joven Johan Hultin, un graduado de la Universidad de Iowa de 25 años, estaba buscando un tema para su doctorado cuando oyó decir a un virólogo visitante que la única forma de resolver el misterio de la pandemia de 1918 era recuperar el virus de una víctima que hubiese quedado sepultada en permafrost (la capa de hielo permentemente congelada en la superficie del suelo).

Se marchó solo a Brevig Mission y consiguió unas muestras de pulmón de varios cuerpos preservados. Pero, de vuelta a Iowa, no consiguió revivir el virus, aunque sí logró el doctorado.

Cuarenta y seis años después, en 1997, Hultin oyó hablar de Jeffery Taubenberger, jefe de la división de patología del Instituto de Patología del Instituto de las Fuerzas Armadas en Washington. Allí contaba con material de soldados muertos de gripe en 1918, recogido por el mismo instituto.

Pero era poco, y no sabía dónde conseguir más, hasta que le escribió Hultin. Con dinero de sus ahorros, Hultin volvió a Brevig Mission, con 72 años. Con permiso de los familiares, abrió otra vez la fosa común. Allí encontró un cuerpo en buen estado de conservación: una mujer obesa, cuyos pulmones estaban en buen estado. El exceso de grasa había conservado los pulmones en las breves épocas de deshielo.

Gracias a los descendientes de esa mujer, hoy en día se tiene toda la secuencia genética del H1N1. Hultin envió las muestras de pulmón a Taubenberger, quien, en 2005, logró reconstruir el virus de la gripe de 1918 y reveló que se había originado en aves y que había mutado para infectar a los humanos.  Esa información permitirá preparar la lucha contra quien probablemente es su sucesor más letal: el H5N1.

Gripe española en Wikipedia
La gripe y las pandemias del siglo XX.