28.03.2013

Hermanos Grimm

Cuentos de hadas y nazismo

La Ruta de las Hadas en Alemania —el castillo de la Bella Durmiente, la ciudad natal de los Grimm...— atrae a miles de turistas, pero no alemanes.

El año pasado se cumplieron 200 años desde la primera publicación de los hermanos Grimm, Die Kinder und Hausmärchen, una colección de 86 historias que acabaron convirtiéndose en clásicos mundiales. En la ciudad alemana de Kassel, se reunieron cientos de académicos de todo el mundo —lexicógrafos, psicoanalistas, lingüistas...— para discutir sobre cómo los Grimm alimentaron la imaginación erótica de una nación. En la época de los Grimm, Alemania no existía como tal. Era un conglomerado de territorios con un idioma común, el alemán. Y los Grimm eran dos filólogos que recopilaron los cuentos orales y los adaptaron a unos ideales nacionales.

Todavía se discute la influencia que tuvieron en el pueblo alemán, pero esos relatos son más populares fuera de Alemania que dentro. Según el autor alemán Matthias Matussek, los alemanes han sufrido una sobredosis de cuentos oscuros de hadas, cuentos que exploraban la parte más tenebrosa del alma humana, algunos de ellos brutales. Pone como ejemplo el cuento Cómo los niños jugaban a matarifes entre ellos —que fue retirado de la colección en la segunda edición—, en el que toda una familia se aniquila a sí misma. Matussek dice que tuvieron un efecto negativo sobre el caracter de los alemanes y que se demostró después de la segunda guerra mundial.

Según el libro Las raíces del nacionalismo alemán, de Louis Snyder, los hermanos Grimm ayudaron a marcar ciertos rasgos como la disciplina, la obediencia, el autoritarismo, la glorificación de la violencia y el nacionalismo. Todo eso pasó a formar parte del caracter nacionalista. El autor alemán Günter Birkenfeld dice que esos relatos explican «por qué los alemanes habían sido capaces de perpetrar las atrocidades de Belsen y Auschwitz».

Por este motivo, los libros de los Grimm estuvieron prohibidos en los colegios después de la guerra. Mientras, fuera de Alemania protagonizaban las películas de Disney.