Nº 33

La tortuga que ganó la carrera

Una de las estrellas del pop actual con más éxito, Mika, no puede leer música, tiene dislexia y sufrió un acoso escolar tan brutal que llegó a pensar que no llegaría a los 20.

Mika (su verdadero nombre es Michael Holbrook Penniman, Jr) no sabe por qué se metían con él, supone que por ser diferente. Dice que era un adolescente tímido y extravagante. Desde niño, tenía ese peculiar gusto en el vestir que le ha acompañado siempre. Iba al cole con una pajarita a juego con bermudas de color púrpura, o con cualquier cosa que a él le gustara, sin pensar que a los demás les hacía subirse por las paredes.

«Solían lanzarme cosas y llamarme maricón de mierda. Dejé de hablar, y luego dejé de escribir y de leer. Fue horrible», dijo Mika. «Ni siquiera podía escribir el nombre de mi escuela. Era raro porque con siete años podía repentizar [interpretar música después de una primera lectura], pero todos mis problemas con la dislexia empezaron después. En este momento, no puedo leer música. No puedo deletrear correctamente. Mi coeficiente de inteligencia verbal es alto, pero no el de escritura!».

De niño, Mika trató de pertenecer a algún grupo pero «los únicos niños con los que podía contar eran los que no eran aceptados en ningún grupo. Y pronto ellos tampoco querían jugar conmigo porque yo era muy dominante».

Nació en Beirut en 1983. Su padre era americano y su madre libanesa. Eran cinco hermanos. Su padre se gastaba una fortuna en la educación de sus hijos, porque estaba empeñado en llevarles a las mejores escuelas privadas.

Pasó la mayor parte de su infancia en Paris y luego se fueron a Londres, donde empezaron sus pesadillas. La dislexia empeoró, sobre todo, según Mika, por el acoso. Incluso sufrió acoso de una profesora: «No sé por qué lo hizo. Yo no la provoqué. Yo no fui el primero y supongo que tampoco el último. Simplemente, ella era una mala persona. Yo no era valiente. No era un luchador en la clase. Perdí, estaba cojo. Lo admito. Me veía a mí mismo como una tortuga lenta y tozuda que iba avanzando poco a poco y que sabía que un día ganaría la carrera».

Cuando tenía 11 años, le expulsaron del colegio durante siete meses porque sufrió una especie de «ataque de nervios» cuando le pidieron que deletreara la palabra "Bullying" (acoso). Durante ese tiempo, fue educado en casa. Su madre contrató a una mujer rusa que era cantante, y que le ayudó a descubrir el increíble rango vocal de cinco octavas. Así descubrió sus dotes de cantante soprano. Poco después estaba en el coro de una ópera de Strauss en la Royal Opera House.

Descubrió que tenía talento para cantar y componer y vertió toda la rabia de su experiencia escolar en la música: «Ahora cuando estoy sobre el escenario me siento valiente. Y por eso he puesto todo en mi música. En la vida real, todavía soy una persona tímida. Lo paso fatal cuando voy por la calle y me reconocen»