11.05.2008

Genero y educación

Niños y niñas: Busque las diferencias

En los años 70, la escuela diferenciada —sólo niñas o sólo niños— dejó paso a la mixta, que pretendía fomentar, entre otras cosas, la igualdad de géneros. La idea de separar a los alumnos por sexos empezó a sonar a estrategia educativa retrógrada y la mayoría de estos centros acabó desapareciendo. Pero después de cuarenta años, vuelve a resurgir con fuerza en muchos países occidentales y sus nuevos defensores aseguran tener motivos puramente científicos.

En 1972, en Estados Unidos, se aprobó una enmienda (Title IX) que prohibía separar por sexos en las escuelas públicas. Se consideraba discriminación. Sin embargo, en octubre de 2006, el Departamento de Educación de ese país modificó la ley y legalizó las escuelas públicas diferenciadas. Según el Washington Times, en 1995 sólo había tres colegios públicos diferenciados en Estados Unidos. A finales de 2007, había 366, según la National Association for Single Sex Public Education (NASSPE). Algunos de ellos son colegios mixtos que ofrecen clases diferenciadas sólo para ciertas materias. El número de adeptos va en aumento y la misma tónica se registra en países como Alemania, Francia, Inglaterra, Holanda, Canadá o Australia.

En España, hoy quedan unos 150 colegios diferenciados que representan alrededor del 1% del total. La mayoría son religiosos o ligados a grupos como el Opus Dei, y todos ellos son privados o concertados. Es el único país de la Unión Europea donde se esquiva el tema y la educación diferenciada se asocia a una ideología conservadora.

Sin embago, los defensores de la escuela diferenciada aseguran que no tienen nada que ver con ideologías. Dicen que los datos recogidos en las últimas décadas son suficientemente indicativos como para reclamar la enseñanza diferenciada como otra opción en el sistema público educativo. Basan sus argumentos en diferencias cerebrales (distinto ritmo de desarrollo, distinta forma de aprender, ...), en el fracaso educativo, y también en el hecho de que la igualdad de género sigue pendiente tras cuarenta años de enseñanza mixta.

Año tras año, el informe PISA (Programme for International Student Assessment) ha ido mostrando diferencias entre géneros: por lo general, los chicos van por detrás de las chicas en los resultados académicos, y sólo sobrepasan a sus compañeras ligeramente en ciertas áreas como las matemáticas. En el informe de 2000, las chicas mostraban mejores resultados que los chicos en todos los países participantes menos uno. Y Finlandia, país que habitualmente lidera los resultados del informe y que ha logrado reducir con gran éxito las diferencias sociales en el aula, obtuvo la mayor diferencia en cuestión de géneros.