Los adolescentes inmigrantes comen mejor que los españoles, y tienen por lo tanto menos probabilidad de sufrir obesidad, diabetes y otras enfermedades cardiovasculares derivadas de una mala alimentación.
Eso se desprende de un estudio realizado en el Departamento de Didáctica de
las Ciencias Experimentales de la Universidad de Granada, que ha
analizado por primera vez los hábitos y actitudes que muestran los
inmigrantes ante la nutrición.
La
autora de este trabajo se llama Lorena
Ramos Chamorro, y ha realizado más de 800 encuestas a jóvenes del
País Vasco y Castilla y León, españoles e inmigrantes.
Su investigación ha demostrado que los hábitos alimenticios de los inmigrantes son mucho mejores, ya que ingieren muchas más frutas, verduras, cereales y zumos naturales que los españoles y, a diferencia de estos, apenas consumen snacks, golosinas y ‘chucherías’. Por el contrario, los chavales españoles beben más leche, y son más conscientes de la importancia del desayuno (el 75% de ellos come algo antes de ir a clase), si bien es cierto que los inmigrantes que desayunan le dedican más tiempo y toman un desayuno más completo.
Por su parte, las chicas autóctonas son las que mayor nivel de conocimientos tienen sobre temas relacionados con la nutrición, si bien, paradójicamente, son también las que consumen chucherías en un porcentaje más elevado con respecto al resto de los colectivos analizados en este trabajo.
Más proteínas
Esta radiografía de los hábitos alimentarios presentes en las aulas españolas revela que los extranjeros que estudian en España –en su mayoría, sudamericanos, árabes, de los países bálticos y chinos- toman más proteínas que los autóctonos, ingeridas a través de alimentos como la quinoa, el amaranto, el mijo, la soja o la yuca y la batata. Ramos Chamorro destaca que los inmigrantes están más dispuestos a probar nuevas comidas y alimentos que los españoles, más reacios a comer aquello que no conocen.
En el marco de este trabajo, la investigadora de la UGR ha
diseñado e implementado un programa educativo multicultural basado en
la alimentación y la nutrición, aplicado a alumnos de 3º de ESO del IES
“Cartuja” de Granada. Bajo el título “Alimentación Intercultural. Comer
mejor es posible”, esta experiencia “ha permitido potenciar el respeto
y la aceptación de las diferencias a partir de la alimentación, que es
el mejor ejemplo de diversidad cultural”.
Así, mediante esta iniciativa, los alumnos han conocido y probado los alimentos y sabores de los lugares de origen de sus compañeros foráneos, compartiendo tradiciones y permitiendo así a los inmigrantes mantener su identidad a pesar de las distancias culturales”.