22.10.2007

Crímenes

Obsesionado por Hansel y Gretel

Armin Meiwes cumple cadena perpetua en Alemania por matar y comerse a un hombre. La RTL emitió hace unos días una entrevista en la que habla de su infancia.

Cuando era pequeño, relataba,  le fascinaba que su madre le leyera Hansel y Gretel, el cuento de un niño y una niña que son atrapados en casa de una bruja que prepara al niño para comérselo. «El trozo en el que Hansel iba a ser comido era interesante», dijo Meiwes en la entrevista. «No puedes ni imaginar la cantidad de Hansels que hay en Internet».

Meiwes tuvo una infancia solitaria. Su padre les abandonó cuando él tenía ocho años y vivió con su madre en una enorme casa de 30 habitaciones en una ciudad cercana a Kassel. Un antiguo compañero de colegio describió a la madre como una mujer dominante que le regañaba en público. Otro testigo dijo que se dirigía a su hijo «como un sargento instructor». Ya de adulto, su madre controlaba su vida y le acompañaba en las pocas citas que tuvo. Incluso se autoinvitó en las salidas de Meiwes con la tropa en el ejército alemán. Cuando Meiwes tenía 20 años, la madre pegó un cartel en la puerta de su habitación que decía: Kinderzimmer (Habitación del niño). Vivió con ella hasta que murió, en 1999, y Armin no quitó el cartel de su habitación.

Meiwes —que dijo en la entrevista de la RTL que es una persona normal— era un técnico informático de vida tranquila antes del suceso que conmocionó a Europa. Sus vecinos decían que era el vecino perfecto. Y su abogado le describió como un caballero a la antigua usanza. Una mujer de 39 años dijo que era una persona amistosa y sensata, «muy infantil». Meiwes trató de tener una relación sentimental con ella, pero le rechazó porque él le confesó su orientación homosexual.

Fascinado con el canibalismo desde niño, puso un anuncio en Internet después de la muerte de su madre, buscando a alguien que quisiera ser devorado, y le contestaron unas 200 personas. Finalmente, eligió a Bern Brandes, un ingeniero de 42 años. Meiwes grabó todo el proceso, que culminó con un aderezo de los filetes de Bern con sal, pimienta, ajo y nuez moscada. Meiwes explicó en la entrevista que la carne humana sabe a cerdo y que llevaba 30 años deseando probarla.

Durante el juicio, en 2003, su padre dijo que siempre había sido un niño tranquilo que se portaba bien y nunca mostró deseos de hacer daño a nadie. Armin Meiwes contó que de niño tuvo que inventarse a un hermano imaginario, "Franky", que siempre le escuchaba. Y confesó que el motivo para matar a su víctima nació del deseo de tener el hermano menor que nunca tuvo: «alguien que formara parte de mi», dijo.

El informe psiquiátrico de Meiwes dice que el hecho de ver películas de terror de pequeño es lo que inició sus fantasías infantiles de comer personas. De hecho, Meiwes confesó al jurado que fantaseaba con la idea de comerse a sus compañeros de colegio. Un psiquiatra que testificó en el juicio dijo que Meiwes era incapaz de mostrar «afecto y sentimientos cálidos hacia otras personas». El examen psiquiátrico concluía que Meiwes no está enfermo pero tiene "una personalidad gravemente afectada".

Este suceso conmocionó a toda Europa y sirvió de inspiración para algunos grupos de rock. Richard Kruspe, de la banda Rammstein, un grupo alemán de metal industrial, dijo que se sintió muy interesado en saber por qué Meiwes quiso matar y comerse a una persona. «Lo que me imaginé después de algunas investigaciones fue que su madre destrozó por completo todos los tipos de relaciones en su infancia. Así que él se sentía como si, al hacer aquello, su víctima se fuera a quedar con él para siempre. Era una historia realmente interesante, así que decidimos hacer una canción sobre ella». Así surgió "Mein teil" (ver vídeo).

También se inspiró en el macabro asunto Marilyn Manson, para su álbum "Eat me, Drink me" (cómeme, bébeme).

La película "Butterfly: A Grimm Love Story" (Rohtenburg, 2006) está inspirada en la historia de Armin Meiwes. Fue vetada en Alemania por infringir los derechos personales de Meiwes, pero el film se proyectó en festivales internacionales. Ganó cuatro premios en el Festival de Cine de Sitges en 2006.

Es probable que, cuando cumpla los primeros 15 años de condena, concedan a Mewis la libertad condicional. La Policía estima que hay unas 10.000 personas sólo en Alemania que comparten la fascinación de Meiwes por el canibalismo.