Mayo de 2007, nº 20

Algo inexplicable
El mundo de Leland comienza con el asesinato de un niño. Pero el joven asesino, Leland Fitzgerald, no encaja. No parece ser capaz de realizar un acto semejante.

Sociedad "inocente"
Como consecuencia de un accidente de aviación, un grupo de escolares ha de vivir en una isla desierta. Se describe el paso gradual de un estado de relativa inocencia a otro que roza la barbarie.
Una generación manipulada
«Cuando se quieren provocar sentimientos para controlar la razón, los niños son siempre una presa fácil. Por primera vez en Alemania, los jóvenes tenían la sensación de ser importantes. Nunca antes en la historia alemana la juventud había sido tan cortejada, y nunca antes había sido objeto de tal abuso».
George Elser: ¿héroe o villano?
Munich, 8 de noviembre de 1939, dos meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial. A las 20:10, Hitler entra en la cervecería Burgerbrau de Munich para dar su charla anual en honor de los seguidores suyos que instigaron el intento de golpe de estado de 1923. Termina su discurso antes de tiempo y se va. A las 21:20 estalla una bomba que mata a ocho personas, siete de ella miembros del partido Nazi, además de herir a otras sesenta y cinco. Johann Georg Elser, un activista de 36 años, había escondido una bomba de relojería en una de las columnas cercanas al podio desde donde iba a hablar Hitler.
Hombre reservado y de habla tranquila, Elser había planeado el asesinato meticulosamente. El año anterior, fue a la charla y consideró que era un lugar propicio. Además, el horario era siempre el mismo: entre 20:30 y las 22:00. Preparó los explosivos y un mecanismo especial de detonación. Alquiló una habitación en Munich, y le dijo al casero que tenía que trabajar en el taller durante la noche. Excavó el hueco en la columna durante treinta noches entre agosto y noviembre. Cenaba en la cervecería, y se escondía después en un escobero hasta que la cerraban y podía trabajar.
Sin embargo, sin que él lo supiera, y debido al inicio de la guerra, Hitler había cancelado la visita. Finalmente cambió de opinión para no defraudar a sus seguidores, pero siempre que pudiera estar en Berlín esa misma noche. No podía volver en avión por culpa de la niebla, por lo que, para llegar en su tren especial, inició el discurso a las 20:00 y lo terminó también antes de tiempo.
Elser, que hizo la última comprobación del dispositivo a las 6 de esa madrugada, fue detenido por casualidad, cuando intentaba escapar a Suiza, media hora antes de la explosión. Al principio no le relacionaron con ella, pero encontraron en su poder postales de la cervecería, además de algunas piezas de reloj. Fue interrogado por la Gestapo, y acabó confesando. Tenía marcas en las rodillas, única forma de trabajar en el escondite de la bomba, y las camareras le reconocieron como cliente habitual.
Acabó en el campo de concentración de Sachsenhausen, donde estuvo como "prisionero especial de Hitler", a la espera de un juicio ejemplar. Le trasladaron depués a Dachau, donde fue finalmente ejecutado por orden secreta de Himmler, el 9 de abril de 1945, 29 días antes de la rendición alemana. Ya no habría ocasión para ese juicio especial.
"Quería evitar con mi acto un mayor derramamiento de sangre", había comentado Elser en el interrogatorio de la Gestapo. Testigo como adolescente de la Primera Guerra Mundial, no quería que Hitler provocara la Segunda. Se confirmaron sus temores, en medio de la preparación del atentado.
Klaus Maria Brandauer debutó como director en 1989 con la película Georg Elser - Einer aus Deutschland, basada en esta historia.
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