4.04.2007

Inmersión lingüística

Aprenden, pero lo pasan mal

Al contrario de la creencia popular, la inmersión lingüística no es el mejor método para que los niños aprendan una lengua distinta a la suya.

Según un estudio realizado en el Instituto Frank Porter Graham (FPG) de Desarrollo Infantil, de la Universidad de North Carolina, los alumnos de pre-escolar que asistían a clases bilingües de español-inglés aprendieron al mismo ritmo que los que estaban en inmersión lingüística. Pero los primeros, que no oían nunca su lengua materna en clase, fueron más objeto de burlas, "buying", aislamiento, y ansiedad que los que tenían maestras que hablaban con ellos, de vez en cuando, en español. 

«Encontramos beneficios cuando los niños aprendían en ambas lenguas, su lengua materna y la lengua mayoritaria, el inglés», dijo a KINDSEIN una de las investigadoras, Gisele Crawford. «No encontramos pruebas de que la inmersión en inglés ayudó a los niños a aprender antes inglés».

Según los expertos, hay muchos programas de primera infancia que pueden acabar aislando a los niños que aprenden inglés y provocar que tengan problemas sociales y de idioma. Florence Chang, autora principal del estudio y ex-científica del FPG, alertó de que «el enfoque en que se considera que el inglés es lo mejor, ignora las complejidades y factores de estrés de las transiciones de los niños hacia la primera infancia y la escuela».

El estudio se hizo con 345 niños hispanohablantes que asistían a distintos programas de Educación Infantil en inglés. En el 78% de las clases, más de la mitad de los alumnos eran hispanos. Algunos profesores hablaban español, además de la lengua vehicular (inglés), y otros sólo inglés. Los investigadores, bilingües, observaron la interacción de los diferentes maestros con los niños, y los profesores también participaron evaluando a los alumnos.