20.01.2007

Camp Shane

Un campamento para perder kilos

Camp Shane es un campamento para niños y jóvenes con sobrepeso que funciona con éxito desde finales de los años 60 cerca de Nueva York. El objetivo de una estancia allí es reducir kilos, pero se disfraza de diversión y frenética actividad. Según el propietario, David Ettenberg, el éxito se basa en algo tan sencillo como «actividad constante, nutrición, clases de cocina, y la tremenda impresión de las porciones normales».


Ettenberg dice que los recién llegados suelen decir cosas como «¿Crees que soy un pajarito?». Las porciones son normales, justo en el límite inferior de lo necesario para vivir, y, con la actividad física, se queman muchas calorías y los participantes se "olvidan" de la comida. En la mayoría de los casos, funciona, y los niños consiguen perder kilos mientras se divierten.

«Todos los participantes toman clases de nutrición y cocina en el campamento para ayudarles a aprender a hacer elecciones saludables cuando vuelvan a casa», contó a KINDSEIN Ricki Gold, que hace de enlace con los padres en el campamento. «Nuestros campistas aprenden tanto que muchos padres nos cuentan que sus hijos van después por el supermercado leyendo las etiquetas de los alimentos, y que devuelven a su sitio productos que cogen sus padres si creen que no son buenos».

El único inconveniente parece ser el precio: tres semanas en el campamento cuestan unos 3000 euros. Pero en Camp Shane, los participantes se liberan de la presión que encuentran en el exterior, y sienten apoyo de sus monitores y compañeros. La parte más difícil llega cuando vuelven a casa y se enfrentan a un mundo lleno de tentaciones poco nutritivas y muy sedentarias, y a unos padres que no siempre son comprensivos con el problema de sus hijos.

«Hemos tratado de implicar a los padres en las clases de nutrición, pero, desgraciadamente, no ha habido mucho interés», dice Gold. «A veces los padres no se dan cuenta de lo difícil que se lo ponen al niño con sobrepeso, por ejemplo, cuando guardan comida basura en el armario para el hermano delgado. Tratamos de hablar de todo esto en las newletters».

Con las newsletters, el campamento se mantiene en contacto con los participantes cuando vuelven a casa. También les dan un manual para casa: "Camp Shane at Home". Pero debe ser difícil de reproducir los días del campamento en casa. «Tenemos participantes desde Canadá y México hasta Inglaterra, Francia, Alemania, Grecia, Argentina, Israel, Egipto,... incluso de la Costa de Marfil, además de los campistas de todos los rincones de Estados Unidos. Esto es lo que hace de Camp Shane un programa tan único y emocionante», dice Gold. «Desgraciadamente, hay niños, adolescentes y jóvenes con sobrepeso en todo el mundo».

Para los campistas internacionales, ofrecen viajes opcionales a Nueva York, Washington,DC, Boston y otras ciudades, «para que hagan un tour y pierdan peso al mismo tiempo!», dice Ricki. «Vamos a buscar a los campistas al aeropuerto y les traemos en autobús al campamento, que está a dos horas».

Ricki es la persona de contacto para los padres. «Muchos de los niños —incluso de los mayores— nunca han ido a un campamento antes, y en algunos casos ni siquiera han salido de casa, así que también es la primera vez para los padres, que se ponen muy nerviosos con la experiencia».