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Número Dieciséis.   20.01.2007

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Nutrición

¡Judías verdes, puaj! Cómo hacer frente a las manías culinarias

«Muchos padres me dicen "A mis hijos no les gusta la comida sana"», dice el doctor David Katz, profesor asociado de epidemiología y salud pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale. «No sirve de excusa. Nunca oyes a un padre decir "A mi hijo no le gusta mirar a ambos lados de la carretera cuando cruza la calle". Le dice que mire. Y debería hacer lo mismo con la comida peligrosa.»

Es relativamente común que los niños hagan ascos a la comida sana. De ahí que la Asociación Americana del Corazón haya confeccionado una lista de 10 consejos para que, incluso los más maniáticos, disfruten de una alimentación equilibrada.


1. Fomente el entusiasmo por la comida sana: déjeles oler, tocar, saborear, hacer preguntas y probar las frutas, las verduras, los yogures, etc., en la cocina. Pregúnteles qué opinan de los alimentos y hágales saber que su opinión cuenta.

2. Déjeles participar en la cocina:
permítales que le ayuden a realizar pequeñas tareas que no conlleven peligro para los niños, como mezclar los ingredientes. No se olvide agradecerles su ayuda.

3. Deje que escojan su propia comida:
ayude a sus hijos/as a elegir los alimentos y las bebidas adecuadas desde una edad temprana. Si les da la libertad de participar en estas decisiones, se sentirán más ilusionados con lo que comen. Ésta es una manera genial de que comiencen a cuidar su salud.

4. Llévelos al supermercado cuando haga la compra: haga que sus hijos/as participen en las decisiones de compra. Pídales que escojan la mejor banana o la mejor lechuga. Puede que tarde un poco más de tiempo en el súper, pero es muy probable que eso se traduzca en menos berrinches a la hora de la comida.

5. Transforme su casa en un territorio libre de comida basura:
sus hijos/as no pueden comer golosinas ni bocadillos de poco valor nutritivo si usted no los compra. Es posible que al principio los niños se quejen un poco, pero pronto sentirán hambre y... ¡cogerán una manzana en vez de las patatas fritas!

6. Añada un alimento sano siempre que pueda: encuentre la manera de agregar alimentos sanos a las comidas que ya le gustan a su hijo o hija. Puede poner rodajas de frutas sobre los cereales o pequeños trozos de brécol en los platos de macarrones con queso.

7. Ayúdeles a aprender: anime a su hijo/a a garabatear o pintar dibujos de alimentos sanos o a escribir un poema. Péguelos en el refrigerador y asegúrese de que los pequeños sepan que sus padres están muy orgullosos.

8. Siéntense juntos: intente que las comidas estén reservadas para pasar tiempo en familia. Apague el televisor y disfrute el placer de comer junto a los suyos.

9. Tenga a mano aperitivos sanos:
lleve una merienda sana cuando los vaya a buscar al colegio, después del entrenamiento o siempre que sepa que se les va a abrir el apetito.

10. Haga que los alimentos y las comidas sanas sean divertidas: pruebe cortar la comida en figuras graciosas o hacer caras con las frutas y las verduras. Si pone un tentempié nutritivo (por ejemplo, unos frutos secos o unas galletas de avena) en una bolsa divertida es muy posible que, a los ojos de su hijo, ese alimento sano se transforme en una merienda con muy buena onda.

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