7.07.2006

Sociología

Los niños soldado bloquean la paz

En Colombia, Sudán y muchos otros países, hay miles de niños que son obligados tomar parte activa en la guerra. Son una fuente inagotable de soldados y de energía. El continuo suministro de niños obedientes, baratos y disponibles convierte a la guerra en un ciclo vicioso y hace imposible el proceso de paz en estos países, según unos investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva York.


«Los derramamientos de sangre y los desplazamientos humanos se podrían suprimir si los niños no se sacrificaran para esas causas», dice Charles Geisler, profesor de sociología del desarrollo en la Cornell. Según Geisler, las familias desplazadas por la guerra facilita que los niños sean reclutados para las milicias, y esto alimenta «una máquina de guerra que canibaliza a los niños».

Sólo en Colombia, hay más de 20.000 niños —muchos de ellos menores de 14 años— que combaten. En el mundo, hay más de 300.000 menores que llevan un arma y participan en más de 30 conflictos bélicos, según el Youth Advocate Program International.

Esta organización sin ánimo de lucro ha informado de que el 90% de los heridos en estos conflictos son mujeres y niños, y que, entre 1986 y 1996, más de 2 millones de niños fueron asesinados y más de 6 millones fueron gravemente heridos en conflictos armados por todo el mundo.

Geisler ofrece una serie de recomendaciones sobre cómo reintegrar en la sociedad a los niños desplazados por la violencia. Entre ellas figura la de establecer una comisión permanente para proteger y educar a los niños sobre sus derechos civiles.

El artículo de Geister aparece publicado en el número de agosto de Forced Migration Review, una publicación peer-reviewed que se publica en francés, inglés, alemán, español y árabe y que circula por 175 países.