7.07.2006

Cerebro

Por qué todos deberíamos dormir la siesta

La siesta es una necesidad vital, aunque se piense lo contrario, que suprime la mayor parte de la Humanidad, incluso en España. Unos científicos de la Universidad de Manchester han desvelado por qué es tan necesaria: las neuronas que nos mantienen alerta se "desconectan" después de comer.


«Se sabe desde hace tiempo que los animales y las personas pueden sentirse somnolientos y menos activos después de una comida, pero las señales cerebrales responsables de esto no se comprendían bien», dijo Denis Burdakov, el principal investigador. «Hemos descubierto cómo la glucosa —el azúcar de las comidas— puede hacer que las células del cerebro dejen de producir las señales que nos mantienen despiertos».

El estudio muestra cómo la glucosa bloquea a las neuronas que producen una sustancia (orexina) que es vital para la regulación normal del estado de consciencia. Cuando estas células productoras de orexina no funcionan bien, puede provocarse la narcolepsia (dificultad para mantenerse despierto), y la obesidad. Y también hay pruebas de que esas células juegan un importante papel en el aprendizaje, la búsqueda de recompensa y la adicción.

«Esta investigación quizás explica por qué nuestros amigos europeos son tan aficionados a la siesta», dice Burdakov.

Los hallazgos, publicados en la revista Neuron, podrán ayudar a tratar la obesidad y otras alteraciones alimentarias, así como a comprender mejor los niveles de conciencia.