7.07.2006

Botánica

Demuestran la eficacia de un remedio tradicional contra los mosquitos

Callicarpa americana

Callicarpa americana



«Yo era muy pequeño, quizás tenía 7 u 8 años, cuando mi abuelo me habló de esta planta por primera vez. Y desde hace 40 años, he estado cogiendo sus hojas, estrujándolas y restregándolas por mi piel, con los mismos resultados», dice Charles T. Brysson, un botánico del Servicio de Investigación Agrícola de la Universidad de Mississipi, que cuenta cómo conoció el eficaz remedio contra los mosquitos. Se trata de una planta —Callicarpa americana— que usa en esa zona rural de Mississippi desde hace más de un siglo y cuyas cualidades han confirmado los científicos.


El compuesto aislado de esta planta podría convertirse en un repelente de insectos menos nocivo que las sustancias químicas que ahora se comercializan.

«Mi abuelo cortaba ramas con hojas y estrujaba las hojas. Después él y sus hermanos colocaban la rama entre el arnés y el caballo para mantener a los mosquitos y moscas lejos», dice Brysson.

Este botánico le habló a su jefe sobre el asunto y en el año 2004 se empezó a investigar como un posible repelente de insectos. En la mayoría de los casos, los remedios naturales no llegan a ninguna parte cuando se les intenta hacer una investigación científica, pero esta planta fue una excepción.

Charles Cantrell, un químico de Oxford, y Jerry Klun, un entomólogo de Beltsville, Md, confirmaron que el remedio natural funcionaba y evitaba las picaduras de insectos que pican como hormigas, garrapatas y mosquitos.

«Hemos encontrado sustancias químicas naturales en esta planta responsables de esta actividad», dice Cantrell. Durante 12 meses de estudio, se aislaron tres sustancias repelentes en la planta: calicarpenal, intermededol y espatulenol. Las tres sustancias repelen a los mosquitos transmisores de la fiebre amarilla y la malaria.

Sin embargo, todavía queda un largo camino hasta que esté a la venta para el público. El producto ha de ser registrado por la Agencia de Protección Mediambiental, lo cual costaría millones de dólares, y todavía no se ha determinado su posible nivel de toxicidad.